Estrés por Frío en el Ganado Bovino
❄️ Estrés por Frío en el Ganado Bovino: Producción, Salud y Recomendaciones Prácticas
El estrés por frío es una condición poco atendida en muchos hatos ganaderos, pero puede tener un impacto directo en la productividad, la ganancia de peso, la producción de leche y la salud general del animal.
Aunque suele hablarse más del estrés por calor, el frío extremo también genera desequilibrios metabólicos que afectan tanto a vacas de carne como de leche, especialmente en climas templados a fríos o en corrales con condiciones inadecuadas.
¿Qué es el estrés por frío?
El estrés por frío ocurre cuando la temperatura ambiente baja por debajo de la temperatura crítica inferior del animal. En ese punto, el bovino comienza a gastar energía adicional solo para mantener su temperatura corporal estable.
Ese gasto energético, si no es compensado con la dieta, provoca efectos negativos en su rendimiento productivo y reproductivo.
¿A qué temperatura ocurre?
Una vaca adulta, en buen estado corporal y con pelaje seco de invierno, puede tolerar temperaturas bajas sin problema. Sin embargo:
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Cuando la sensación térmica (calculada por el índice wind-chill) baja a –7 °C, el gasto energético comienza a subir.
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Si la vaca está mojada, con bajo peso, en piso de barro o mal alimentada, el umbral de tolerancia sube incluso a 0 o 5 °C.
Estas condiciones hacen que los animales gasten más energía de la que consumen, generando un desequilibrio metabólico.
¿Qué pasa en el cuerpo del animal?
Por cada grado por debajo de su temperatura crítica, una vaca requiere entre 1 y 2% más de energía. Si la dieta no se ajusta a tiempo, se presentan las siguientes consecuencias:
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Menor consumo voluntario de alimento
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Disminución de la ganancia de peso
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Caída en la producción de leche
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Mayor susceptibilidad a enfermedades respiratorias y metabólicas
En los terneros, el impacto puede ser aún más grave, afectando su crecimiento y desarrollo inmunológico.
¿Por qué no usamos el ITH en estos casos?
El Índice Temperatura-Humedad (ITH) es útil para evaluar el estrés por calor, pero no aplica para frío.
En climas fríos se usan otros indicadores:
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Wind-chill: combinación de temperatura y velocidad del viento
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LCT (Lower Critical Temperature): temperatura crítica inferior del animal
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Cold Stress Index: considera viento, humedad y temperatura
¿Qué hacer en tu rancho?
Si trabajas en zonas frías, altitudes elevadas o manejas ganado en invierno, aquí tienes tres acciones clave para reducir el impacto del frío:
✅ Mantener el pelaje seco
Evita lluvia directa, provee techos o refugios y asegúrate de que las camas estén secas.
✅ Reducir el barro
El exceso de humedad en corrales o zonas de descanso acelera la pérdida de calor. Mejora el drenaje y agrega cama seca.
✅ Aumentar la energía en la dieta
Incrementa la densidad energética (granos, grasa protegida) durante días fríos. No esperes a ver efectos: actúa antes.
Conclusión
El estrés por frío es real, silencioso y costoso. No se ve tan fácilmente como el golpe de calor, pero sus efectos sobre la productividad, la eficiencia alimenticia y el bienestar son igual de relevantes.
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